Aunque por lo general el inicio del oficio del abogado litigante (1995) suele acontecer en la soledad de sus pasiones, es imposible concebir el ejercicio de una profesión liberal tan compleja, si no se hace en equipo conformado por personas que no necesariamente ven la vida bajo un mismo prisma e interpretan los códigos en un mismo sentido.
La idea de crear una oficina de abogados (2006) nace precisamente como una respuesta a esa necesidad de vincular a un grupo de profesionales idóneos, a quienes podamos consultar hasta el último de los temores antes de brindarle a nuestros clientes la información que ellos necesitan para cada caso en particular.
Hoy en día, somos un grupo de profesionales que nos esforzamos por hacer lo mejor de manera tal que, no exista al término de nuestra labor un asomo de sospecha de haber podido hacer algo más y no haberlo realizado.
Nuestro Lema: Por un derecho bien informado.